Éste método nos permite mantener un control del comportamiento de los estudiantes de manera visual y actualizada, ya que si vemos que su comportamiento es positivo podemos cambiar las pinzas de carita siempre dando una explicación de el porque de este cambio, tanto si es positivo como negativo. Hay varias opciones cómo podéis ver y pueden estar realmente elaboradas y quedan preciosas en la pared de la clase. La más sencilla y rápida de hacer es la de las pinzas. 

Siempre soy partidaria de dar una evaluación positiva a los estudiantes sin «amenazarles» cómo podéis ver en algunos de los semáforos el color rojo es bastante amenazante y bajo mi punto de vista no creo que sea algo que siempre funcione. Siempre podemos cambiarlos por «Tengo que esforzarme más» «Tengo que empezar a concentrarme» «Voy a mejorar»…etc.